22 de enero de 2023

La evolución de la industria cafetera de Jamaica

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El Caribe cuenta con una larga trayectoria en la producción de café. De hecho, algunas de las primeras explotaciones comerciales de café se establecieron en Jamaica y Haití a principios del siglo XVIII.

Jamaica, en particular, es ampliamente conocido por su café Blue Mountain, uno de los más caros y codiciados del mundo pero, a pesar de la reputación de este café, la historia del sector cafetero del país está ligada al colonialismo y a la esclavitud.

¿Cómo ha cambiado la industria cafetera de Jamaica en los últimos siglos? Hablé con varios expertos locales para saber más sobre la industria cafetera del país y lo que puede deparar el futuro. Sigue leyendo para saber lo que me contaron.

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Café jamaicano

Los orígenes del café jamaicano

En 1723, se empezó a cultivar la planta de Typica en la isla caribeña de Martinica. Se cree que fue la primera planta de Typica cultivada en América.

Unos cinco años después, llegó la primera planta de café a Jamaica, que en ese momento estaba bajo el dominio colonial británico. A continuación, se establecieron rápidamente plantaciones comerciales de café y, a los nueve meses, Jamaica ya había exportado su primera cosecha.

Courtney Bramwell, director general de Sherwood Forest Coffee Estate en Jamaica, explica que poco más se sabe sobre los inicios de muchas fincas cafetaleras jamaicanas; sin embargo, las investigaciones realizadas por la especialista en historia jamaicana, la Dra. Kathleen Monteith, aportan algunos datos, especialmente en su libro Plantation Coffee in Jamaica 1790-1848.

Según la Dra. Monteith, el monocultivo de la caña de azúcar durante el siglo XVIII tuvo un impacto significativo en la producción de café jamaicano pero hacia el final del siglo la producción de caña de azúcar más barata, en países como India, contribuyó a impulsar las plantaciones de café en Jamaica. 

El volumen de producción del país también aumentó hacia 1791, cuando muchos esclavos africanos se rebelaron en la cercana isla de Haití. Este hecho acabó provocando el declive de la producción de café en esa isla y varios propietarios franceses de fincas cafetaleras huyeron a Jamaica. Lamentablemente, a su llegada, los colonos franceses siguieron utilizando mano de obra esclava para producir café.

Selección de café

¿Cómo cambió el sector del café en Jamaica durante el siglo XIX?

Entre 1800 y 1840, Jamaica se convirtió en uno de los mayores productores de café del mundo, con una producción estimada en 70 000 toneladas anuales.

“La finca cafetalera de Sherwood Forest se menciona por primera vez en los registros del muelle de Kingston de 1801”, explica Courtney. “Fue una de las primeras fincas cafetaleras [de Jamaica]”.

Hacia el final de ese período, el número de productores de café jamaicano comenzó a disminuir. En 1836, solo quedaban 353 productores en la isla, frente a los cerca de 700 registrados en 1799. 

A partir de 1840, la producción de café jamaicano fue disminuyendo progresivamente. La razón principal fue la abolición de la esclavitud en 1834, que desembocó en la emancipación total del país cuatro años después.

En los años siguientes, la industria agrícola del país se reestructuró por completo, los propietarios de las fincas cafetaleras tenían ahora que emplear formal y legalmente a los trabajadores y pagarles sus salarios, lo que centró sus esfuerzos en la eficiencia de los trabajadores y no tanto en producir grandes volúmenes de café.

Además, muchas plantaciones de café se dividieron en parcelas que adquirieron pequeños agricultores, así como antiguos esclavos que cultivaban productos para consumo propio junto a una modesta producción de café.

En 1865, siguió un periodo de dificultades económicas y malestar social en Jamaica. Un año después, la Asamblea de Jamaica, un sistema de autogobierno establecido durante el dominio colonial británico, votó a favor de convertirse en una colonia de la Corona.

A raíz de eso, los británicos comenzaron a invertir en la agricultura jamaicana, incluyendo el establecimiento de un proyecto de irrigación a gran escala en 1868. En poco tiempo, la caña de azúcar volvió a ser el mayor cultivo comercial de Jamaica, seguido de la producción de banano.

Hacia finales de siglo, los británicos introdujeron el Crown Lands Settlement Scheme, un plan que permitía a los pequeños agricultores comprar dos o más hectáreas de tierra.

Producción de café

Los siglos XX y XXI

Tras la abolición de la esclavitud, la industria cafetera de Jamaica luchó durante décadas por aumentar sus volúmenes de exportación, así como la calidad del café y las cosechas.

No fue hasta la década de 1950 cuando el gobierno del país intentó impulsar la producción de café mediante la aplicación de nuevas normativas e iniciativas.

Jason Flynn es el director de operaciones de Trumpet Tree Coffee Factory en Jamaica. Él explica que las nuevas normativas fueron el resultado del informe Wakefield de 1944.

El Sr. A. J. Wakefield, que era entonces el inspector general de agricultura de las Indias Occidentales, reconocía la necesidad de invertir en la industria cafetalera de Jamaica.

“Entre otras cosas, el informe sugería una legislación y una junta oficial del café para regular la industria cafetera de la isla”, dice Jason.

A su vez, en 1948 se aprobó la Ley de Regulación de la Industria del Café. De ahí, en 1950, se creó la Junta de la Industria del Café (CIB) para “fomentar el desarrollo de la industria del café en Jamaica y para impulsar el bienestar de las personas del sector”.

Finalmente, en 1962, Jamaica se independizó pero aún sigue formando parte de la Mancomunidad Británica de Naciones; sin embargo, en el 2000, el proceso de desregulación total de la industria cafetera jamaicana estaba ya muy avanzado.

“Durante mucho tiempo, Mavis Bank, un centro del gobierno de procesamiento y exportación, y otros como Wallenford y Jablum, fueron las únicas marcas de café jamaicano conocidas que se vendían en el extranjero”, dice Courtney. “Estos grupos procesaban café procedente de los pequeños agricultores de la isla, que recogían a través de una red de depósitos situados por toda la cordillera Blue Mountain”. 

“Todo el café se procesaba de forma conjunta y se vendía bajo esas marcas”, añade.

Courtney explica que, con el tiempo, muchos en el sector cafetero del país se mostraron en contra de ese modelo de procesamiento centralizado. 

“Ahora, la trazabilidad y la transparencia se valoran más, por lo que otros exportadores ofrecen en estos momentos una mejor propuesta de valor”, afirma.

La marca Wallenford se vendió en 2013, mientras que la procesadora y exportadora del gobierno Mavis Bank, se vendió en 2016, ambas al mismo comprador.

“Pasar de un centro estatal como exportador principal a la privatización de todas las participaciones del gobierno en la industria del café fue significativo y los efectos todavía se pueden sentir en el mercado”, dice Courtney.

En 2018, se creó un nuevo organismo de productos agrícolas, la Autoridad Reguladora de Productos Agrícolas de Jamaica (JACRA por sus siglas en inglés) para impulsar y apoyar al sector cafetero del país.

Café Blue Mountain

¿Cómo ha influido Japón en la evolución de la producción de café de Jamaica?

Para cualquier buen observador, está claro que la larga relación de Jamaica con Japón ha influido definitivamente en su industria cafetalera.

“En 1953, Mavis Bank exportó sus primeros tres barriles de café a Japón”, dice Jason. “En 1967, se envió a Japón el que ha sido el mayor cargamento unitario de café jamaicano hasta la fecha (1400 sacos de 60 kg de café verde). 

“A lo largo de los años, Japón se ha convertido en el principal importador de café Jamaica Blue Mountain (JBM)”, añade.

Este café se cultiva en la famosa cordillera Montaña Azul, o Blue Mountain, de Jamaica, reconocida por producir sabores y aromas muy deseables. En la actualidad, el café JBM está reconocido geográficamente por una certificación mundial. Esto significa que solo el café certificado por un organismo gubernamental jamaicano de exportación puede ser etiquetado y vendido como café JBM.

Courtney afirma que, desde la creación de la CIB, el control de la calidad del café ha mejorado considerablemente en Jamaica. Cree que esto ha suscitado un mayor interés entre los compradores japoneses.

“En la década de 1990, Japón compraba alrededor del 90 % de todo el café de Jamaica”, cuenta.

Se calcula que Japón importa ahora alrededor del 75 % de la producción total de café JBM del país. Una de las principales razones es que el mercado japonés de cafés exclusivos y especiales es cada vez más importante, al igual que en otros países de Asia oriental.

Recolector de café

Mirando al futuro

Además de Japón, el interés por el café JBM parece extenderse a nivel global.

“Estados Unidos representa alrededor del 20 % de las exportaciones de café JBM y el resto se destina a mercados por todo el mundo”, explica Jason.

Señala que recientemente ha crecido la demanda en el mercado norteamericano, sobre todo por el impulso del comercio electrónico durante la pandemia. También, afirma que hay un creciente interés en China, Oriente Medio y Europa.

Courtney está de acuerdo pero dice que la demanda de café JBM parece estar superando la oferta.

“El aumento del consumo de café en los hogares por todo el mundo significa que más personas buscan comprar café JBM en países que históricamente han tenido una baja demanda”, dice. 

Asimismo, cuenta que Sherwood Forest Coffee se ha asociado con Oubu Coffee para dirigirse a nuevos mercados a través de nuevos canales de venta.

“Nuestro enfoque para entrar en nuevos mercados, incluido Oriente Medio, es utilizar la tecnología blockchain y los sistemas de finca inteligente”, explica Courtney. 

Esto se debe principalmente al café falsificado JBM, que ha sido un problema para la industria cafetera jamaicana desde hace varios años. 

Se han conocido casos de ciertas mezclas de Blue Mountain con tan solo un 10 % de granos auténticos y certificados, lo que ha llevado a algunas marcas de JBM a utilizar NFT y códigos QR para validar sus productos de café.

Además, el sector cafetalero jamaicano sigue enfrentándose a una serie de dificultades.

“El reto ahora es garantizar que el aumento de la demanda no provoque un pico en los precios del mercado”, afirma Courtney. “Tenemos que garantizar un crecimiento sostenible”.

“Debemos transmitir a nuestros clientes la tranquilidad de que su café JBM puede ser rastreado hasta una de nuestras fincas o una de las fincas de nuestros socios”, añade. “Utilizamos la tecnología blockchain como parte del proceso de verificación de la cadena de suministro”.

En última instancia, Courtney confía en que esto creará un nuevo estándar en la industria del café jamaicano para mejorar la autenticidad.

Café de Jamaica

No hay duda de que el sector cafetalero de Jamaica ha enfrentado una serie de retos en los últimos siglos; no obstante, ha demostrado su resistencia al seguir produciendo uno de los mejores cafés del mundo.

Jason afirma que para que la industria cafetera de la isla prospere será esencial la expansión hacia nuevos mercados internacionales.

“La diversificación del mercado beneficiará directamente a la industria cafetera jamaicana, incluidos los pequeños propietarios de las Montañas Azules”, concluye.

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Créditos de las fotos: Sherwood Forest Coffee Estate.

Traducido por Almudena Torrecilla Aznar. Traducción editada por Alejandra Soto.

PDG Español 

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