10 de abril de 2023

El rol de las organizaciones cafeteras en América Latina

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Al igual que en cualquier industria, la producción y comercialización del café en todas sus formas se encuentra regulada por organizaciones que agrupan a los distintos actores involucrados y se estructuran según su capacidad y dominio.

Cada país productor en Latinoamérica cuenta con organizaciones específicas enfocadas en solo una etapa de la cadena de valor y con otras más abarcativas que se dedican a regular la industria en términos más generales.

A pesar de que algunos modelos de organizaciones se repiten entre los países productores, su efectividad e influencia pueden variar por factores económicos, políticos y sociales, particulares de cada país.

Para entender mejor cómo funcionan los distintos tipos de organizaciones cafeteras en América Latina, conversé con un caficultor de Bolivia y con una consultora de Guatemala. Sigue leyendo para conocer la dinámica e influencia de estas organizaciones.

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Miembros de organización cafetera

El panorama de las organizaciones cafeteras en Latinoamérica

Andrés Torrico Ramirez es socio fundador, gerente general y gerente de producción de 4 Llamas Coffee, una empresa dedicada a la producción, exportación y tueste de café en Bolivia.

Él cuenta que existe una amplia gama de organizaciones en Bolivia entre las que es posible encontrar cooperativas, sindicatos, asociaciones de productores y organizaciones de baristas y catadores.

Por su parte, en el caso de México, está la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café (AMECAFE), enfocada en la rentabilidad y sostenibilidad de la caficultura, y la Asociación Mexicana de Cafés y Cafeterías de Especialidad (AMCCE), una asociación civil que promueve los cafés especiales y la oferta de certificaciones a profesionales del café, además de organizar competencias.

En Colombia está la reconocida Federación Nacional de Cafeteros (FNC), una ONG sin ánimo de lucro cuyo objetivo es procurar el bienestar de los caficultores colombianos.

El Instituto del Café de Costa Rica (ICAFÉ) es una institución pública de carácter no estatal que tiene el objetivo de apoyar la producción, proceso, exportación y comercialización del café costarricense.

La influencia de estas organizaciones en los países de la región

Blanca Maria Castro es consultora de café y trabaja para la International Women ‘s Coffee Alliance (IWCA). Ella coordina el trabajo para el apoyo de asociaciones, organizaciones y cooperativas de mujeres en la industria del café alrededor del mundo.

Blanca cuenta que el sistema de gestión de café en Guatemala se encuentra liderado por Anacafé. Según ella, el desarrollo de la industria en el país fue llevado a cabo principalmente por el sector privado y los caficultores organizados, ya que no cuentan con el apoyo del gobierno.

“Debería haber total injerencia de los Estados e involucrarse un poco más en el bienestar de los productores porque es parte del ingreso bruto del país”, comenta. Además, sugiere que debería existir mayor coordinación con el sector privado por parte del sector público.

Por ejemplo, la FNC en Colombia cuenta con 350 000 agremiados, por lo que su influencia es bastante abarcativa.

En cuanto al caso de las organizaciones en Bolivia, Andrés cuenta que “no hay una que abarque a todos, por el momento. Se está trabajando por eso pero hay distintas organizaciones que tienen cada una su propia misión y funciones”.

La Asociación Nacional de Catadores, Tostadores y Baristas de Bolivia (ANAPCAFE) reúne a baristas, catadores y productores, y la Asociación de Productores de Café Ecológico (APROCAFÉ) es el ente que aglomera a los productores de café en el país.

Finca cafetera

¿Cuál es su reconocimiento internacional?

Andrés comenta que Anapcafé ha enfocado mucho su actividad en torno a campeonatos y a capacitaciones con profesionales extranjeros, por lo que se ha ganado renombre en la región.

También, explica que no hace mucho que cuentan con una organización conocida como Bolivian Coffee Alliance, una reunión de distintos actores de la cadena que acerca a la Asociación de Cafés Especiales (SCA) a Bolivia a través de la organización de campeonatos nacionales de baristas, clasificatorios al mundial.

Blanca sostiene que la IWCA es una pequeña organización que no necesariamente cuenta con amplios recursos económicos pero sí con la posibilidad de acudir a grandes organizaciones o gobiernos que puedan apoyar su causa.

Esta organización ha logrado generar cierta expectativa dentro de la industria del café a nivel internacional al proveer una plataforma mediante la que se tiene acceso a proyectos enfocados en el desarrollo de programas que apoyan a la mujer, a las familias y a los jóvenes.

Por su parte, la FNC cuenta con presencia en las zonas rurales colombianas y representación en Estados Unidos, Países Bajos, Japón y China.

Las organizaciones como instrumentos para la negociación, investigación y educación

Andrés resalta el rol de las cooperativas en Bolivia como organizaciones que aportan un mercado asegurado a los productores. Esto no quiere decir que accediendo a una cooperativa el productor vaya a enriquecerse sino que funciona como una herramienta de respaldo durante las épocas en las que las condiciones del mercado no son favorables.

“La cooperativa ha sido una estructura societal que ha funcionado y que funciona todavía en Bolivia”, afirma Andrés; sin embargo, sostiene que han existido casos en los que algunas organizaciones fracasaron por malos manejos económicos, asimetrías en relaciones de poder e incluso, en algunas ocasiones, intereses políticos. Estos ejemplos deben convertirse en lecciones a tener en cuenta para que las organizaciones actuales prosperen llevando los beneficios de la capacitación y del acceso a mercados para sus integrantes.

Blanca asegura que lo que se promueve desde la IWCA es implementar prácticas que puedan mejorar la calidad de los servicios, la calidad del café y la calidad de la logística para contar con un mejor alcance a los mercados y sugiere que las organizaciones deberían enfocarse en aprovechar los recursos que tienen a su disposición.

El Instituto Hondureño del Café (IHCAFE), por su parte, cuenta con centros de investigación y capacitación, unidades en las que se generan y comparten los conocimientos obtenidos de diversos estudios científicos para aportar soluciones a la problemática que afronta la caficultura en el país.

Algo similar realiza el Instituto del Café de Costa Rica con el Centro de Investigaciones en Café (CICAFE), la FNC en Colombia con el Centro Nacional de Investigaciones de Café (CENICAFÉ) y Anacafe en Guatemala con el Centro de Investigaciones en Café (CEDICAFÉ).

Recolectores de café

¿Se pueden alcanzar logros para la industria en general sin organizaciones que agrupen a los actores partícipes?

Para Andrés, las organizaciones son importantes a la hora de proveer tecnología, conocimientos y acceso a los mercados.

Uno de los campos de acción más importantes consiste en encontrar mecanismos reales para mantener la existencia del pequeño productor, por ejemplo trabajando en la calidad de su producto y no apelando a la compra solo porque es un productor de menor escala.

Según Blanca, el caficultor necesita de estas organizaciones para que le brinden herramientas financieras, estrategias de mercadeo y negociación, y puedan generar vínculos con otros productores u organizaciones.

“Si el mercado de consumo está pidiendo y está demandando procesos específicos, el productor tiene que aprender y la única manera de aprender y de saber de ellos es con la ayuda de otras organizaciones”.

También, sugiere que en cambio de nuevas organizaciones, debería existir mayor trabajo en conjunto entre las organizaciones ya existentes para alcanzar los objetivos cuanto antes.

Diferencias entre los distintos tipos de organizaciones

Andrés cuenta que una de las diferencias que caracteriza a las cooperativas frente a otro tipo de organizaciones es que todos los socios tienen voz y voto por igual, sin importar cuánto café aporten.

En el caso de Blanca, la organización para la que ella trabaja cuenta con distintos capítulos repartidos alrededor del mundo en países productores y consumidores, por lo que la red existente propicia el mutuo apoyo entre los actores englobados a lo largo de la cadena productiva en distintos países.

También, se pueden resaltar otras organizaciones como la Asociación de Exportadores de Café de Honduras y la Cámara Peruana de Café y Cacao, cuyo principal objetivo está vinculado a los intereses del sector exportador y no tiene necesariamente en cuenta las necesidades del mercado interno o por lo menos no como una prioridad.

Al hablar de organizaciones con alcance nacional en los países productores podemos observar que en muchos casos se encuentran dedicadas a cubrir todas o la mayoría de las áreas de la cadena de valor y a englobar todo tipo de profesiones vinculadas a la industria.

Si la gestión no es bien manejada, esto puede generar que los esfuerzos se disipen entre tanto trabajo o que se cree un monopolio en torno a la industria.

Profesionales del café en país productor

Es vital que la base de estas organizaciones cuente con representatividad durante la toma de decisiones que fijará el curso y los objetivos de la dirección. Por otro lado, la gestión debe ser transparente y poner a disposición datos, estadísticas e informes financieros que expongan el destino de los capitales y esfuerzos logrados de manera colectiva.

Si se cumple con estas condiciones, la presencia de organizaciones masivas puede lograr una sinergia, de otra forma inalcanzable, al contar con todos los recursos disponibles y encauzar la labor hacia el bien común de los actores involucrados en la industria cafetera y la economía de un país.

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Créditos de las fotos: 4 Llamas Coffee. 

PDG Español

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