No se puede negar que la pandemia del COVID-19 ha tenido un efecto duradero en las cafeterías, tostadores y otras marcas de café de todo el mundo. A lo largo del 2021 y 2022, mientras muchos otros países suavizaban sus restricciones contra la pandemia, China seguía imponiendo una estricta política de cero COVID en sus ciudades más grandes, como Pekín y Shanghái.

Esta política obligaba a cerca de la mitad de la población de estas ciudades a permanecer en casa en todo momento como forma de disminuir el número de casos de COVID-19. Naturalmente, esto supuso una inmensa presión para los negocios locales (incluidas las tiendas de café), que tuvieron que adaptarse a la repentina reducción de la afluencia de público.

Esto solo ha cesado a principios de junio de 2022, cuando se permitió la reapertura de la mayoría de los negocios de hostelería de Shanghái, incluidas las 6500 cafeterías de la ciudad. Aun así, muchos negocios siguen sin poder funcionar a plena capacidad, lo que preocupa a muchos propietarios de cafeterías y baristas.

Felipe Cabrera es el director general y fundador de Ad Astra Coffee Consulting en Shanghái y lleva trabajando en la industria cafetera china desde 2015.

En este artículo, él explora cómo la política china de cero COVID ha afectado a la industria cafetera de Shanghái, así como el modo en que el sector busca recuperar su equilibrio económico.

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¿Cómo ha afrontado China la pandemia?

Mientras muchos otros países del mundo seguían suavizando las restricciones por la pandemia en 2022, el gobierno chino anunció que volverían las suyas en un intento de reducir el número de casos de COVID-19 en el país.

En cualquier momento, las medidas de cierre total o parcial significaron que millones de personas en ciudades como Shanghái y Pekín tuvieron que permanecer en casa durante semanas. Naturalmente, esto implicó que las tiendas de café tuvieran que cerrar sus puertas.

Para reducir la presión sobre las empresas locales (y los ciudadanos), las autoridades de Shanghái acordonaron la ciudad en tres tipos de zonas. Las áreas en las que se registraron casos positivos de COVID-19 eran zonas de bloqueo, mientras que las áreas en las que no se registraron casos positivos en los siete días anteriores se clasificaron como zonas de control. 

El tercer tipo abarcaba las zonas de Shanghái en las que no se habían registrado casos positivos de COVID-19 en los 14 días anteriores: zonas de precaución. En estas zonas se permitía a los residentes salir durante unas horas al día, principalmente a supermercados, farmacias, hospitales e incluso lugares de trabajo (si estaban situados cerca de sus casas).

A principios de mayo de 2022, según el periódico Shanghai Daily, muy pocos distritos de la ciudad tenían niveles bajos (o “cero”) de casos positivos registrados de COVID-19. Además, el estatus de la zona podía cambiar repentinamente y provocar un cierre inmediato.

Incluso en los barrios de la ciudad catalogados como zonas de precaución, las tiendas de café no podían prestar servicios de reparto, por lo que permanecieron cerradas. 

Esto tuvo graves consecuencias financieras para las cafeterías de Shanghái, incluso para las grandes cadenas como Starbucks y Luckin Coffee. Tanto Starbucks China como Yum China (propietaria de las marcas nacionales KFC y Pizza Hut) expresaron su preocupación por el descenso de las ventas si continuaban los cierres por la política de cero COVID.

El impacto en las tiendas de café de Shanghái

Durante el punto máximo del confinamiento en Shanghái, unas 900 tiendas de Starbucks se vieron obligadas a cerrar. A principios de mayo de 2022, Starbucks informó que las ventas de sus tiendas en China disminuyeron un 23 % durante el segundo trimestre del año, lo que demostró la preocupación de la empresa por las políticas de cero COVID.

Si las grandes cadenas como Starbucks y Luckin han notado el impacto del confinamiento, ¿cómo se han visto afectadas las tiendas de café más pequeñas e independientes?

Muchas tiendas de café de especialidad han experimentado el impacto de la pandemia incluso antes de que se aplicara la política china de COVID cero.

Por ejemplo, la marca de café Yuzhou tuvo que cerrar sus cinco locales en Shanghái desde mediados de marzo de 2022, sumado a los cuatro cierres que se produjeron cuando la pandemia afectó por primera vez al país.

Hacia finales de marzo de 2022, otras cafeterías como haru.ESP Coffee no pudieron conseguir suficientes repartidores (外卖骑手 en chino) para mantener el ritmo de los pedidos. Si no se podían garantizar los tiempos de entrega al cliente, a muchas cafeterías les preocupaba que eso fuera en detrimento de la calidad del café y optaron por cerrar totalmente.

Los residuos también han sido un problema para algunas cafeterías de Shanghái. Hacia el principio del confinamiento, los propietarios de las tiendas de café seguían pidiendo las provisiones habituales, como leche y café en grano.

En cambio, al disminuir bruscamente la afluencia de público, muchas tiendas de café se vieron obligadas a deshacerse de los grandes volúmenes de leche y café que habían comprado. Otros, por su parte, pudieron vender existencias a clientes y miembros de grupos de WeChat, sobre todo, a personas que ya estaban aisladas en casa.

La empresa local Radar Coffee también informó de la venta de existencias a través de WeChat como medio para continuar el negocio y reducir los residuos.

Durante el confinamiento, muchas cafeterías pequeñas de Shanghái seguían de cerca el funcionamiento de las grandes cadenas porque ualquier noticia sobre la reapertura de tiendas Starbucks o Luckin era una señal probable de una reapertura más amplia para las cafeterías independientes de la ciudad.

¿Ha sido útil levantar las restricciones?

Tras dos meses de confinamiento, las restricciones por el COVID-19 en Shanghái se suavizaron a principios de junio de 2022. Esto permitió a los residentes de las zonas de “bajo riesgo” salir de sus casas, lo que significó que los negocios de hostelería pudieron reabrir con una capacidad reducida.

Al principio, los clientes no podían comer ni beber dentro de las tiendas de café. Para adaptarse a estas restricciones, los baristas tomaban los pedidos y servían las bebidas desde una pequeña mesa situada en la puerta de las cafeterías.

Para muchas tiendas de café de especialidad, el continuo descenso del tráfico peatonal seguía siendo perjudicial para las ventas. 

Según Radar Coffee, era más sostenible cerrar completamente sus tiendas a lo largo de las distintas fases del confinamiento hasta que las condiciones se estabilizaran, en lugar de abrir los locales de forma esporádica.

Mientras que algunas cafeterías optaron por cerrar sus puertas, otras permanecieron abiertas y encontraron nuevas formas de aumentar las ventas, como centrarse en el tostado. En un caso concreto, se sirvió una botella de vino natural de 800 yuanes (con un valor aproximado de US $120) en una cafetería para atraer a más clientes.

A pesar de eso, las restricciones a la hora de comer en interiores en Shanghái se han levantado, lo que significa que los clientes pueden volver a visitar las cafeterías. El 29 de junio de 2022, Starbucks reanudó el servicio en el interior de 800 locales de la ciudad pero las normas del gobierno solo permiten un aforo del 50 % al 70 % (dependiendo del tamaño de la tienda).

Superando los retos en el futuro

Al igual que en otras ciudades del mundo, es probable que se produzca un fuerte aumento del gasto de los consumidores a medida que se flexibilicen las restricciones en Shanghái.

Según una encuesta en línea realizada por la empresa de inteligencia de mercado STCAVISH + CO, los habitantes de Shanghái están deseosos de visitar restaurantes, cafeterías y bares tras los dos meses de confinamiento de la ciudad. Alrededor del 52 % de los encuestados declararon que querían visitar un restaurante lo antes posible.

Para las cafeterías de Shanghái, es seguro que la recuperación será rápida y positiva, sobre todo para las grandes cadenas como Starbucks y Luckin.

Starbucks China informó que sigue en vías de abrir un total de 6000 tiendas en el país para finales de año. Solo en el tercer trimestre de 2022, la marca contaba con 5135 establecimientos, lo que le proporciona una sólida base para crecer.

Está por verse si esta recuperación será sostenible a largo plazo. El sector cafetero chino en general ya se ha visto afectado de forma considerable después de que los envíos de café verde importado quedaran varados en los puertos y almacenes de Shanghái como consecuencia de las restricciones de confinamiento. A modo de referencia, Shanghái representa alrededor del 30 % del total de las importaciones de café verde de China, lo que podría tener efectos devastadores en el sector cafetero del país a mediano y largo plazo.

Por el momento, algunas tiendas locales de café de especialidad están experimentando con nuevas formas de atraer clientes, como la venta de productos de café instantáneo, concentrados de café y bolsas de café de filtro de una sola porción. 

No cabe duda de que en los próximos meses se prestará mayor atención a los servicios de entrega y al comercio electrónico en el mercado chino del café. Además, ya que pronto habrá más plazas de alquiler en la ciudad (similar al crecimiento del mercado de alquiler de Shanghái en 2020), podríamos ver la apertura de más cafeterías en toda la ciudad en un futuro próximo.

Es innegable que las medidas de confinamiento ya han tenido graves consecuencias económicas para muchos de los cafés de Shanghái pero es difícil predecir cómo les afectará a largo plazo la política china de cero COVID. 

Con todo, a medida que la ciudad se vaya reabriendo, es probable que aumente el gasto de los consumidores, lo que impulsará las ventas de muchas tiendas de café. Queda por ver si esta recuperación indicará un crecimiento sostenible.

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Traducido por María Romero. Traducción editada por Alejandra Soto.

PDG Español

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