8 de marzo de 2023

¿Por qué la idea de sostenibilidad de los consumidores de café se limita a lo ambiental?

Compartir:

El cafeto, una planta que crecía salvajemente en el continente africano, se ocultó por miles de años entre la abundante vegetación que lo rodeaba. Su semilla, el café, era uno de los secretos mejor guardados y la humanidad solo lo ha procesado y disfrutado durante un pequeño intervalo de tiempo. Rápidamente, se ha tornado necesario tomar medidas para que las generaciones futuras tengan acceso al café de igual o mejor forma que la generación actual. 

Desde su hallazgo, la planta del café ha llegado a casi todos los lugares del mundo que tienen las condiciones para cultivarlo. Hoy en día, ya no se encuentra esparcido entre la selva sino en grandes plantaciones, rodeado en ocasiones de otros millones de árboles de su género.

En paralelo, la industria del café actual se aleja de un desarrollo sostenible. Una problemática que, ligeramente, despierta el interés de las personas involucradas en toda la cadena e, independientemente de su papel en la industria y país de origen, buscan activamente combatir y contrarrestar. 

La sostenibilidad es un tema que puede ser abordado desde varios frentes; sin embargo, sigue siendo fundamental comprenderla en su conjunto y tener presente que es percibida como algo distinto por cada uno de los actores de la industria, desde los productores hasta los consumidores. Para profundizar en este tema, hablé con Luis Alberto Sandoval Mejía, profesor en la Universidad Zamorano, y con Miguel Gamboa, líder del sector del café en Rainforest Alliance. Sigue leyendo y conoce sus opiniones. 

Lee también: ¿La inflación es peor para los negocios de café que la pandemia?

Cultivo de café

¿Qué es sostenibilidad? 

Lo que implica la sostenibilidad ha sido objeto de trabajo durante varios siglos y, a lo largo del tiempo, se han desarrollado diversas interpretaciones. En la silvicultura alemana se formulaban ya en el siglo XVII ejemplos que ilustran la sostenibilidad: si solo se cortan tantos árboles como puedan volver a crecer, se asegura que el bosque esté disponible para uso futuro y conserve su valor a largo plazo.

Más adelante, en 1987, en el informe Brutland para las Naciones Unidas se dio a conocer el significado de desarrollo sostenible, concepto que aún hoy es comúnmente aceptado y adoptado por muchas organizaciones. 

Luis Alberto, a grandes rasgos, explica que “la definición más popular de sostenibilidad es satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades”. 

Además, resalta que “se debe de impulsar la sostenibilidad económica, social y ambiental, y se debe de cumplir con las tres para ser realmente sostenibles“. Justamente, esta aclaración es importante porque en los años más recientes se ha extendido, erróneamente, el concepto de sostenibilidad enfocado solo en el componente ambiental

Desde la publicación del informe Brutland, el interés por el desarrollo sostenible ha aumentado. En 2015, la Asamblea General de la ONU adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible con el objetivo de poner en marcha diversas medidas que, en un plazo de 15 años (hasta el 2030), deberían aportar a mejorar las condiciones de vida alrededor del mundo y garantizar la protección de la tierra para las generaciones futuras.

La sostenibilidad combina la responsabilidad por las personas que viven hoy con la responsabilidad por las generaciones futuras. En este sentido, demanda a cada generación resolver sus propios problemas y no cargar con ellos a las generaciones venideras. Siempre comprendido desde las esferas económica, social y ambiental.

“En Rainforest Alliance entendemos la sostenibilidad como una serie de acciones que se realizan en la agricultura y las cadenas de suministro para mejorar la forma en que se producen, abastecen y consumen alimentos mediante procesos de mejora continua para avanzar en los temas ambiental, social y económico”, señala Miguel. 

Recolector en finca cafetera

¿Cómo asocian los consumidores al café con la sostenibilidad?

Ecología es, a menudo, una palabra clave cuando se habla de sostenibilidad. Un gran porcentaje de los consumidores de productos comercializados como sostenibles se identifican con una lucha por contrarrestar el abuso de los recursos naturales y garantizar su protección; sin embargo, aunque es un aspecto de gran importancia, no es el único.

“El consumidor, independientemente del país donde se encuentre, parece que entiende sostenibilidad como algo principalmente ambiental y espera que el agricultor, por ejemplo, preserve el medioambiente. Existe muy poco entendimiento y expectativa de la sostenibilidad social y la sostenibilidad económica de los productores”, afirma Luis. 

Tanto la esfera social como la económica gozan de igual importancia que la ambiental y, solo cuando las tres se satisfacen conjuntamente, se habla de desarrollo sostenible. Hoy, incluso, se habla también de la inclusión de la esfera política dentro de los pilares del desarrollo sostenible.

Muchos consumidores suelen basar su compra de café en los sellos visibles en el empaque y, aunque algunos conocen lo que representan, otros no indagan más allá de lo que asocian con el nombre del sello. Esto resulta confuso, principalmente, porque algunos sellos integran los tres aspectos fundamentales del desarrollo sostenible y otros se enfocan solo en uno de ellos.

Naturalmente, hay compradores conscientes de lo que deben esperar de un café que se vende como sostenible y, en este sentido, indagan sobre la historia de sus granos. Algunas tiendas de especialidad, por su parte, logran satisfacer exitosamente esta necesidad presentando el recorrido de cada uno de sus cafés y demostrando el aporte que se hace al desarrollo sostenible de la industria.

Paisaje cafetero

¿Qué idea tienen los productores sobre la sostenibilidad?

“La sostenibilidad abarca siempre los temas agrícola, ambiental, social y económico pero para cada actor en la cadena de suministro el resultado esperado es diferente. Por ejemplo, para un productor el objetivo puede estar enfocado en mejorar prácticas agrícolas, para que su productividad sea mayor que sus costos o para que en el procesamiento del producto no se contaminen fuentes de agua”, señala Miguel.

Por su parte, “para el comprador o distribuidor del producto el resultado esperado podría ser que el precio para el consumidor final sea competitivo, además de que logre costear las mejoras que sus proveedores en origen deben cubrir para estar siempre mejorando”, agrega. 

A pesar de esto, la sostenibilidad atañe por igual a todos los actores de la industria, independiente de su rol o ubicación geográfica; sin embargo, es cierto que el aporte que cada quien puede realizar varía según su papel en la cadena. Este aporte debe, entonces, armonizar con los demás aportes realizados por los otros actores para poder hablar de desarrollo sostenible.

En el caso de los productores, un pequeño porcentaje aporta conscientemente al desarrollo sostenible de la industria y busca producir cafés que satisfagan exitosamente los tres aspectos fundamentales, ya sea valiéndose del apoyo de organizaciones o implementando modelos sostenibles específicos en sus fincas.

A pesar de esto, una gran parte no implementa prácticas de desarrollo sostenible y está a merced de las recomendaciones dadas por las instituciones de sus países o a las directrices que obtienen de organizaciones cuando indagan sobre el proceso de certificación para sus fincas. 

“El productor muchas veces no adopta prácticas sostenibles por desconocimiento y, desafortunadamente, los servicios de extensión en la mayoría de los países productores son muy débiles y no alcanzan a satisfacer las necesidades del sector. Necesitamos mucho apoyo educativo dirigido al productor para que empiecen a adoptar cada vez más prácticas sostenibles”, agrega Luis. 

En ese contexto, algunos productores se apoyan en los sellos para participar en el desarrollo de la industria, aunque suelen familiarizarse solo con las condiciones de un sello y las metas que busca alcanzar. 

“Si logramos transformar la forma en que cultivamos, nos abastecemos y consumimos alimentos, hacia una agricultura más sostenible y regenerativa, aseguramos que los recursos naturales estarán disponibles y continuarán siendo renovables para que otras generaciones puedan seguir utilizándolos responsablemente”, explica Miguel.

“También, lograremos que los trabajadores tengan mejores condiciones laborales, incluyendo a las mujeres. La responsabilidad de una agricultura más sostenible y regenerativa se compartirá con todos los actores involucrados en la cadena de suministro”. 

Caficultor revisando estado de cerezas

Los sellos han representado por mucho tiempo un camino para asegurar el desarrollo sostenible pero resulta fundamental indagar sobre las metas que cada organización busca alcanzar y cómo.  

La aplicación de modelos sostenibles específicos para cada finca es también un camino atractivo, sobre todo, en la industria del café de especialidad. Los productores y consumidores logran, en muchos casos, dialogar entre ellos y crear estrategias para aportar conjuntamente al desarrollo sostenible. 

NOTA: las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor y de las personas entrevistadas, no reflejan necesariamente las de sus instituciones de adscripción.

¿Disfrutaste este artículo? Entonces lee sobre cómo resolver los problemas medioambientales de la producción de café

Créditos de las fotos: Daniel Jaramillo. 

PDG Español

¿Quieres leer más artículos como este? ¡Suscríbete a nuestro boletín semanal aquí!

Compartir: