23 de julio de 2022

Comprendiendo el comercio directo de café en África Oriental

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El comercio del café es un paso crucial en la cadena de suministro mundial; sin embargo, en muchos casos, los productores, específicamente los pequeños, son los que “reciben los precios” en lugar de ser quienes los negocian.

En los últimos años, hemos sido testigos de la aparición del comercio directo de café. En este sistema, los productores comercian directamente con los compradores sin necesidad de intermediarios. Por desgracia, no siempre es fácil negociar en el comercio del café y acceder a él puede ser difícil para los productores. 

Para saber más, hablé con tres expertos en café de África. Ellos conocen cómo es el comercio directo en África Oriental y por qué tiene un aumento más lento frente a otras grandes regiones productoras del mundo. Continúa leyendo para descubrir lo que me dijeron.

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Catación de café

¿Cómo se comercializa el café en África Oriental?

El comercio del café en África Oriental es amplio y complejo, y los modelos suelen variar de un país a otro; no obstante, el comercio directo es mucho menos común que otros sistemas más destacados.

Mette-Marie Hansen es directora general de Kenyacof (Sucafina Kenia). Ella dice que el comercio directo se explica por sí mismo: se refiere al comercio directo de café entre los compradores del mercado de destino (tostadores) y los productores, sin factores ni personas intermediarias.

Por su parte, el enfoque más común en África Oriental es, sin duda, el uso de intermediarios. Aunque este modelo es criticado, Mette-Marie explica que los intermediarios pueden y suelen añadir valor y experiencia al proceso comercial. 

“[Los intermediarios supervisan] el financiamiento de los productores durante todo el ciclo de la cosecha, el asesoramiento agronómico basado en la observación y las mediciones, todos los preparativos para la exportación, el empaque, el control de calidad, la documentación y la ejecución general de los envíos”, afirma. 

Además, ella dice que esto no significa, necesariamente, que la relación entre el productor y el tostador sea menos directa. “Solo están delegando algunos de los detalles necesarios para enviar y aterrizar el producto”.

Etiopía

Etiopía cuenta con dos métodos distintos de comercio de café: la Bolsa de Comercio de Etiopía (ECX) y el sistema de integración vertical.

ECX se creó en 2008 para facilitar el comercio de diferentes tipos de productos básicos, incluido el café. Aunque tiene partidarios y detractores, el sistema es funcional y popular para el comercio de café de grado comercial.

La plataforma reúne al gobierno, a los involucrados en el mercado y a los miembros de la ECX en un solo lugar donde pueden realizar negocios con el respaldo de un precio mínimo, la transparencia de los precios y el beneficio de los pagos electrónicos instantáneos.

Para los caficultores, hay menos riesgo de incumplimiento de los contratos, mientras que para los compradores, existe la garantía de un suministro constante. La ECX proporciona incluso el almacenamiento y el transporte del café, lo que alivia considerablemente la carga financiera de los productores.

La integración vertical, por su parte, es el enfoque del país para el comercio directo. Fue legitimada por la ECX en 2017, tras la presión de los exportadores de cafés de especialidad. Dado que se les permite manejar su propio producto y supervisar el control de calidad y la clasificación, los compradores tienen menos preocupaciones y los caficultores pueden acordar los precios de antemano.

Aunque hay un detalle: la integración vertical no obtiene beneficios del sistema de pagos rápidos que permite el ECX, lo que significa que los caficultores podrían, de todas maneras, terminar esperando a que les llegue el dinero.

Burundi

Durante muchos años, las exportaciones de café de Burundi estuvieron bajo el control total del gobierno. Solo en 1991 cambió a un sistema de subastas, con el que el gobierno siguió fijando el precio mínimo.

En 2008 se hizo posible el comercio directo y los productores y exportadores obtuvieron, por fin, un mayor control sobre el proceso. Actualmente, los compradores todavía pueden optar por adquirir el café a través de subastas organizadas por el gobierno o por comerciar directamente.

A pesar de esto, todavía, existen algunos obstáculos para el comercio directo. Por ejemplo, los productores siguen luchando contra la falta de infraestructuras y los problemas de transporte hacen que no siempre sea fácil para los compradores desplazarse a las fincas.

Kenia

En Kenia hay dos sistemas distintos de comercio: el de subasta y la “segunda ventana”. Aunque a veces se critica el sistema de subastas por su impacto en los ingresos de los caficultores, sigue representando más del 94 % de las ventas totales de café en el país. Si está bien dirigido y gestionado, garantiza que el café se venda al mayor precio posible pero no siempre es así.

El segundo método, llamado la “segunda ventana”, es efectivamente el sistema de comercio directo de Kenia. Se estableció en 2006 tras años de presión por parte de los caficultores y las cooperativas. El comercio directo entre los productores y los compradores internacionales se ha hecho más popular en los últimos 15 años pero este método sigue siendo poco utilizado. 

Los caficultores y las cooperativas suelen citar su falta de conocimientos y los elevados costos iniciales como los principales obstáculos.

Tanzania

En Tanzania existe un sistema de subastas establecido con varios centros de subastas en ciudades como Mbeya, Mbinga y Moshi. 

Al igual que en Kenia, el sistema de subastas constituye la mayor parte de las ventas de café en el país, mientras que el sistema de comercio directo está menos establecido.

Estas son las dos naciones de África Oriental que tienen un sistema de mercado dual, mientras que el resto tiene un sistema de mercado liberalizado en el que cualquiera puede comerciar con café.

Producción de café de especialidad

Uganda

En Uganda el comercio está liberalizado. Esto significa que cualquiera puede comprar y vender café en todas las formas o cantidades. Los caficultores individuales, las cooperativas o los productores de haciendas o fincas son libres de vender su producción a cualquiera y a precios negociados. 

En cuanto a las exportaciones, el que tenga una licencia de exportación puede exportar café, tostado o verde. Los compradores pueden adquirir café en cereza, cereza seca, pergamino o café verde beneficiado. El café se vende a través de tratados privados sin restricciones sobre el volumen comercializado.

Ruanda

Al igual que en Tanzania, el comercio directo también es posible en Ruanda. Suele abarcar el café de mayor calidad, mientras que el café de calidades inferiores se reserva para el mercado local. Las cooperativas tienen una presencia consolidada en Ruanda y mantienen relaciones con varios compradores directos. 

Se critica que, en algunos casos, hay demasiados actores implicados en el comercio, el procesamiento y el transporte del café ruandés. En consecuencia, el precio que se paga a los caficultores puede ser insostenible. En muchos casos, esto puede disuadir a la mano de obra más joven del país; sin embargo, hay ejemplos de productores de café ruandeses que están innovando en el mercado. 

Por ejemplo, algunos interesados han empezado a comercializar café en la plataforma Tmall de Alibaba, que abre a los productores una enorme red de compradores de la marca china de comercio electrónico.

Muestras de café

¿Por qué el comercio directo suele tener menos protagonismo?

William Peters es un comerciante de café ubicado en Tanzania. Según él, las principales razones por las que el comercio directo está menos consolidado en África Oriental son la falta de inversiones y la excesiva dependencia del café para pagar las deudas existentes.

“La mayoría de los caficultores tienen anticipos de préstamos y deudas pendientes con las cooperativas que hay que devolver”, dice. “Por tanto, están ‘ligados’ a la cooperativa y tienen que esperar a que les paguen el café para saldar esos préstamos”.

Además, la logística puede ser increíblemente costosa y William dice que las sociedades cooperativas de comercialización agrícola (agricultural marketing co-op societies o AMCOS) no pueden permitirse financiarla en nombre de los caficultores. Solo cuando los importadores hayan pagado el café se puede trasladar la cosecha.

En Tanzania, los caficultores también suelen cobrar en los siete días siguientes a la venta de su café. A diferencia del comercio directo, en el que pueden esperar un tiempo considerable antes de recibir un pago, el sistema de subastas garantiza un pago más rápido pero los precios suelen ser menores.

Robert Nsibirwa es un experto en café ugandés y director ejecutivo de Africa Coffee Academy. Él explica que los grandes tostadores tienden a agrupar sus compras para garantizar un suministro constante y que es una simple cuestión de escala.

“Si Nestlé necesita 30 millones de kilos de café, será muy difícil trabajar con 2,8 millones de pequeños caficultores que suministren la cantidad requerida”, afirma.

Precisamente, por esta razón, los grandes tostadores comerciales optan por trabajar con importadores en lugar de tratar directamente con los caficultores. 

El importador, también, podrá ocuparse de cualquier problema de suministro. Por ejemplo, si un tostador necesita un millón de sacos y solo hay 500 000 disponibles, será el importador el que se encargue del déficit, en lugar de ellos. Si se tratara de caficultores individuales o pequeñas cooperativas, el contrato podría cancelarse, lo que tendría graves consecuencias financieras.

“Es la economía de escala con los tostadores y la seguridad del suministro”, explica Robert. “Por eso, muchos importadores prefieren acudir al exportador, que se apresurará a conseguir un contenedor de quizás 1000 caficultores”.

Cerezas de café recién recolectado

Otros obstáculos del comercio directo

Para muchos agentes de la cadena de suministro de África Oriental, el statu quo y los modelos comerciales existentes son sencillamente demasiado rentables como para plantearse un cambio hacia el comercio directo. Adicional a esto, ¿existen otras razones específicas por las que el comercio directo está menos establecido?

En primer lugar, las leyes locales pueden exigir en algunos casos que, cuando se trata de comercio directo, el café se venda a un precio mayor que en la subasta. Esto hace que el comercio directo sea menos competitivo.

William dice: “esto va en contra del productor porque los clientes preferirán ir a la subasta o a los exportadores que ofrecerán el mismo café a un precio más económico”. 

El cultivo de cafés especiales también suele requerir formación sobre la importancia de la calidad en taza y los atributos sensoriales únicos; incluso, puede requerir el apoyo de un agrónomo.

Esto significa que solo un pequeño porcentaje del café puede alcanzar la calidad por la que los tostadores de cafés especiales pagan primas. Acceder a estos conocimientos y formación en África Oriental es difícil sin el apoyo de una entidad mayor, como un gran exportador o importador.

Otro problema es la falta generalizada de certificación. Los compradores individuales de café verde que desean practicar el comercio directo suelen buscar certificaciones (de sostenibilidad ambiental o ética).

Si bien es posible que muchas fincas de café de la región ya cumplan las normas mínimas para estas certificaciones, el costo (en términos de tiempo y dinero) para obtener la certificación es otra barrera. 

Caficultor en África Oriental

¿Están cambiando las cosas?

Robert dice: “cuando las cooperativas o las fincas venden directamente, obtienen a menudo precios mayores que el café vendido localmente porque venden al mercado de especialidad, que puede pagar primas sobre el precio regular del mercado”.

“A través de la responsabilidad social corporativa y las relaciones directas, los caficultores que tienen compradores directos, usualmente, disfrutan de subvenciones y ayudas. [Estamos viendo más] organizaciones como FLO Internacional (FLO Fairtrade Labelling Organizations) que ayudan a fortalecer estos grupos de caficultores e incluso a construir proyectos comunales como puntos de agua”.

Mette-Marie está de acuerdo en que el comercio directo es beneficioso para los productores de África Oriental, especialmente porque suele suponer una repetición de negocios para ellos; no obstante, dice que dado que la mayoría del café es de calidad comercial, casi todos los compradores ven más beneficios en el sistema de subastas.

“[Las subastas proporcionan] una oportunidad perfecta para que los compradores detecten la calidad porque pueden ver las muestras de la subasta y catarlas una semana antes de la subasta”, dice.

El café de especialidad, en cambio, es mucho más adecuado para el comercio directo y no ve ninguna razón por la que los dos sistemas no puedan ser complementarios.

“Los mejores productores pueden obtener grandes primas por el café de calidad que producen directamente para los compradores extranjeros”, explica. “En general, no veo que esto afecte al sistema de subastas de ninguna manera”.

Productor de café en África

En todo el mundo, los productores de café suelen recibir los precios en lugar de negociarlos; sin embargo, el comercio directo ha demostrado que es posible acortar la distancia entre el tostador y el productor, y dar a ambos más albedrío y control en el proceso.

Aunque las subastas, los comerciantes y las bolsas de comercio siguen siendo parte importante de la cadena mundial de suministro de café, el comercio directo ofrece algo diferente: la posibilidad de comunicarse más estrechamente con el comprador y, a menudo, recibir un precio más alto por su cosecha. 

Por desgracia, el éxito de este sistema no está en absoluto garantizado y se enfrenta a muchos obstáculos en África Oriental. Está por ver si esto cambiará en los próximos años.

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Traducido por Tati Calderón. Traducción editada por Alejandra Soto.

PDG Español

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