18 de enero de 2021

Analizando la productividad y la rentabilidad en la finca de café

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La productividad de la finca es algo que a menudo se discute en el sector del café. Las fluctuaciones de los precios y las dificultades con las plagas y enfermedades hacen que los bajos niveles de productividad sean un problema importante para los caficultores en todo el mundo.

Sin embargo, al invertir en determinadas áreas del manejo de su finca, los caficultores pueden tomar medidas para mejorar la productividad. 

Para aprender más sobre la productividad en las fincas y cómo afecta la rentabilidad, hablé con João Moraes de Yara y Sebastião Brinate de LSW Consultoría. Sigue leyendo para conocer lo que dijeron.

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productividad finca de café

Productividad y rentabilidad

Antes de hablar de cómo aumentar el rendimiento, veamos cómo está vinculado a la rentabilidad de una finca de café.

João Moraes es el director de cuentas globales en Yara, una empresa líder en nutrición de cultivos con oficinas en más de 60 países de todo el mundo. Él me dice que dado que el café es un cultivo perenne, toma tiempo después de la siembra para que la plantación empiece a ser productiva.

En la mayoría de los casos, esto significa que la inversión del caficultor comienza a dar sus frutos después de aproximadamente tres años. Fundamentalmente, significa que se necesitan años para que la producción de café sea rentable.

Sebastião Brinate es ingeniero agrónomo en LSW, una consultora agronómica con sede en Brasil. Él dice que la relación entre productividad y rentabilidad “es una de las principales relaciones que tenemos que analizar [en cuanto a la viabilidad económica de la producción de café]”. 

Él dice: “La rentabilidad está directamente relacionada con la productividad; si tengo una alta productividad [como productor], tendré un menor costo [por saco]”. 

João dice: “En el mundo se producen unos 170 millones de sacos [de café] al año. Esta producción se realiza en unas 10,5 millones de hectáreas, según los últimos estudios de la FAO. En promedio, estamos viendo un promedio global de 16 sacos por hectárea (sacos/ha)”.

Sin embargo, según él, esto es un problema. “En la gran mayoría del mundo, este nivel de rendimiento para los pequeños caficultores no es económicamente sostenible. Incluso con la prima [en los precios] que algunos mercados pagan por cafés únicos de orígenes reconocidos, sabemos que es un ingreso muy difícil para que el productor [pueda vivir]”.

Debido a que los niveles de rendimiento son tan bajos, muchos caficultores no tienen los ingresos necesarios para alimentar a sus familias e invertir en sus fincas. Esto hace las cosas más difíciles a medida que los cafetos envejecen y se vuelven naturalmente menos productivos. 

Factores que influyen en la productividad de una finca de café

La productividad de una planta de café varía en respuesta a varios factores. Estos van desde el entorno de producción (suelo, precipitaciones, altitud, latitud, sombra, etc.) hasta la genética, los efectos cada vez mayores del cambio climático, las prácticas agrícolas y el manejo del suelo.

Genética

Tal vez, el punto más simple es la especie de planta que se cultiva. De más de 140 especies diferentes del género Coffea, Arábica y Robusta constituyen más del 99% de la producción mundial.

En comparación con Arábica, las plantas de Robusta tienen mayor rendimiento, mayor resistencia a las plagas y enfermedades, y crecen bien en un mayor rango de altitudes, con un rango óptimo de temperatura media anual de 24 a 30 °C. Por el contrario, la planta de Arábica tiene en general un rendimiento menor, es más sensible a las plagas y enfermedades, y crece mejor a mayores altitudes (800 m.s.n.m. y más). 

Las plantas de Arábica también prosperan a temperaturas menores (generalmente entre 18 y 21 °C). Sin embargo, a pesar de que su cultivo es más difícil, se reconoce generalmente que las plantas de Arábica producen sabores más deseables y buscados y, en consecuencia, tienen un mayor valor de mercado.

Dentro de cada especie, hay también cientos de variedades (o cultivares) que tienen características únicas vinculadas a la productividad rendimiento y la adaptabilidad. Entre ellas figuran el tamaño de los frutos y la densidad de los granos, la altura y ancho de la planta, la velocidad de crecimiento y los requisitos nutricionales, todo lo cual puede afectar al rendimiento.

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Fertilidad del suelo

La fertilidad del suelo está directamente relacionada con su salud. Al igual que otras plantas, los cafetos absorben los nutrientes del suelo para realizar procesos metabólicos a lo largo de su ciclo de crecimiento. Los distintos nutrientes son responsables de diferentes procesos, por ejemplo del desarrollo de las raíces, el crecimiento de las hojas, la floración, el desarrollo de los granos y la maduración.

Sin embargo, a diferencia de los cultivos de cereales (como la soya o el maíz), los cuales tienen un ciclo de vida más corto, las plantas de café permanecen en el suelo después de ser cosechadas. Con el paso del tiempo, sin una intervención adecuada los nutrientes del suelo se desequilibrarán, lo cual afectará negativamente al rendimiento.

João dice: “La fertilidad del suelo es una parte importante del desarrollo de las plantas (especialmente en las primeras etapas) y la consistencia en el rendimiento”. Él añade que el análisis del suelo es una herramienta poderosa, la cual ayuda a cuantificar los atributos químicos y físicos del suelo como el pH, la capacidad de intercambio catiónico (CEC) y los nutrientes, los cuales son esenciales para el rendimiento de la planta. 

João añade que Yara revisa los análisis de suelo de sus socios en las regiones productoras de café, con ello les permite desarrollar un programa de nutrición equilibrada de los cultivos para optimizar el rendimiento.

Prácticas agrícolas

Las prácticas agrícolas son las decisiones que los caficultores toman para manejar sus cultivos. João dice que hay una serie de prácticas agrícolas que pueden influir en la productividad.

Estas incluyen:

  • Elección de la especie y la variedad. Para los caficultores, es importante observar las diferentes variedades para conocer sus características (especialmente el rendimiento) y elegir entre ellas.
  • Densidad del cultivo. Existe un número óptimo de árboles por hectárea que varía en función de la variedad, las condiciones locales (clima y retención de agua en el suelo, por ejemplo) y el sistema de producción. Encontrar el nivel de densidad del cultivo adecuado es fundamental para mejorar el rendimiento.
  • Método de cosecha. El manejo de las plantas cambia según la forma en la cual se realiza la cosecha. Las cosechadoras mecánicas no pueden quitar las cerezas de los cafetos más altos, por ejemplo, por lo cual los productores que recolectan manualmente pueden dejar que sus árboles crezcan más altos y posteriormente, mejorar el rendimiento.
  • Posición de la planta. Esto determinará cuánta luz solar recibe el cafeto, lo cual afecta directamente a la fotosíntesis (y, por consiguiente, el crecimiento y el rendimiento).
  • Preparación profunda del suelo e irrigación. Estas son prácticas que pueden hacer que las zonas sean más resistentes durante los períodos de sequía o de altas temperaturas. Los productores pueden incluso llevar a cabo la “fertirrigación”, en la cual se añaden fertilizantes solubles al agua utilizada para regar las plantas.
  • Poda y descepado. La poda regular permite que las plantas se recuperen después de ser cosechadas, produciendo nuevas ramas.
  • Edad del cultivo. Los niveles de productividad disminuyen con el tiempo, y los campos deben renovarse cuando el rendimiento es particularmente bajo.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que lo que funciona en una finca puede no ser adecuado para otra. 

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Condiciones climáticas

Las plantas de café necesitan suficiente luz solar y lluvia, al igual que un cierto rango óptimo de temperatura para maximizar su productividad.

Las temperaturas extremas comprometen el rendimiento de las plantas, por lo cual es aún más importante cultivarlas (especialmente Arábica) en altitudes que ofrezcan temperaturas de crecimiento adecuadas.

Sin embargo, el impacto del cambio climático significa que la cantidad de tierra apta para la producción de Arábica está disminuyendo. Como resultado, los productores se ven obligados a “subir más” o a mirar más allá del ecuador para “perseguir” las mejores temperaturas para sus cultivos.

Plagas y enfermedades

Las plagas y enfermedades son un problema persistente para los productores de café, y si no se manejan adecuadamente, pueden ser devastadoras. Una infestación de plagas o un brote de hongos puede hacer que los productores sacrifiquen una proporción significativa de su cosecha y, como resultado, sufran pérdidas económicas.

A pesar de que hay cientos de plagas y enfermedades que pueden afectar a los cafetos, algunas son más frecuentes que otras. 

La broca, el minador de la hoja y las cochinillas son tres de los insectos más comunes que dañan las plantas. En cuanto a las enfermedades, la roya, la marchitez del cafeto y el mal rosado son algunos de los hongos más comunes que afectan a los cafetos. 

João señala que la buena salud de las plantas comienza con una buena nutrición. Aunque esto no significa que las plantas bien nutridas sean inmunes a las plagas y enfermedades, él dice que sin duda, estarán en mejores condiciones para tolerarlas y recuperarse, en comparación con aquellas que no han tenido una nutrición adecuada. Además, añade que complementar la nutrición al aplicar nutrientes por vía foliar (es decir, directamente en las hojas) puede mejorar la nutrición de las plantas para conseguir un mayor rendimiento e incluso, contribuir a la resiliencia de las plantas.

Nutrición de los cultivos y rentabilidad

Para los productores de café, la rentabilidad está condicionada por cuatro factores principales: el precio que se paga, el costo de producción, y el rendimiento y la calidad de la cosecha. Dado que es difícil minimizar los costos, y los productores de café son, en su mayoría, quienes “reciben los precios”, los únicos dos factores internos en los cuales los productores pueden influir son el rendimiento y la calidad de sus plantas.

La mayor oportunidad para los caficultores es mejorar el rendimiento de sus cafetales. Esto mejorará directamente sus ingresos totales por hectárea y, como resultado, la rentabilidad. En muchos casos, este aumento en el rendimiento (y, por lo tanto, de la rentabilidad) no está impulsado por el aumento del uso de fertilizantes, sino más bien por un programa de nutrición equilibrada de los cultivos de acuerdo al potencial del área cultivada. 

Esto significa reponer los nutrientes que faltan en el suelo a través de las fuentes de fertilizantes adecuadas, el equilibrio correcto de nutrientes, aplicado en el momento adecuado, en la dosis correcta.

Sebastião dice: “Realizamos un experimento en colaboración con Yara, en el Sítio Recanto da Pedra Caparaó, Minas Gerais. En este estudio, analizamos los fertilizantes a base de nitrato de Yara (como fuente de nitrógeno) frente a otros dos fertilizantes comerciales disponibles en la región”.

Él me dice que para medir el éxito de cada fertilizante, calculó el rendimiento de los lotes en los cuales se utilizaba uno de los tres fertilizantes, y luego se comparó el valor neto de las ventas de productos en reales brasileños (BRL) de cada lote.

El lote de Yara, dice Sebastião, resultó en un promedio de 47,87 sacos/ha, lo cual supuso un aumento del 25,5% y 38,1% en los otros dos lotes (respectivamente). También hubo un aumento en las ganancias, ya que el lote de Yara le reportó al productor BRL 7.163,53 más que el segundo lote (un aumento del 23,5%), y BRL 10.237,55 más que el tercero (un aumento del 37,4%).

Vietnam y Brasil: ¿qué podemos aprender?

João dice: “Actualmente, Vietnam tiene la mayor productividad promedio de Robusta del mundo, pues produce alrededor de 40 sacos de café por hectárea”. Para Arábica, sin embargo, él dice que Brasil lidera. “[Brasil tiene una muy buena productividad] en los años de alta producción… por encima de 30 sacos/ha en promedio”.

Como resultado, podemos concluir que la producción media entre estos dos países se encuentra entre 30 y 40 sacos/ha. Esto es alrededor del doble del promedio mundial de aproximadamente 16 sacos/ha. 

Entonces, ¿qué hacen Vietnam y Brasil que otros países no hacen?

Investigación y desarrollo

Esto es algo en lo cual, tanto Brasil como Vietnam, han invertido en las últimas décadas. Sebastião dice: “La investigación y el desarrollo en Brasil es uno de los principales factores diferenciadores. Ya tenemos variedades más resistentes a las plagas y enfermedades, lo cual ayuda a la productividad”.

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Densidad y poda de plantas

João me dice que la densidad de los cultivos es un factor clave que afecta el rendimiento de una finca de café. Él dice: “Todavía es común ver fincas con una densidad de plantas muy baja… tal vez 1.000 o 2.000 plantas por hectárea, cuando, por ejemplo, las fincas modernas tienen más de 5.000 plantas por hectárea”.

Sin embargo, aunque la densidad debe optimizarse, plantar más cafetos no es siempre la mejor opción. La separación es importante, dado que las plantas compiten por la luz, el agua y los nutrientes; los caficultores deben buscar referencias locales para tratar de satisfacer las necesidades de sus prácticas de cultivo y los recursos que tienen a disposición.

João dice: “[Para la cosecha mecanizada de plantas de Arábica] yo [espaciaría los cafetos] cada 320-400 cm por 50-70 cm, permitiendo al menos 4.464 plantas por hectárea. Y podría poner ese mismo número en una finca que utiliza la recolección manual si [espaciara los cafetos] 280 cm por 80 cm observando siempre las características de la variedad y las condiciones ambientales”.

Sebastião también señala que la poda es importante. “Cuando un cafeto tiene unos ocho años, se puede podar”. Esto, como se mencionó anteriormente, estimulará la regeneración de la planta, y ayudará a renovar el rendimiento para los años venideros. La edad para la primera poda puede variar, sin embargo, ya que las diferentes distancias y condiciones ambientales pueden promover un desarrollo más rápido o más lento.

Fertilizantes y nutrición de cultivos

Sabemos que las plantas de café funcionan mejor cuando se alimentan adecuadamente y se utilizan fertilizantes. Sin embargo, algunas veces, los productores de café no aplican los insumos agrícolas suficientes, los aplican en exceso o incluso, de manera incorrecta. Tanto en Vietnam como en Brasil, los productores han incorporado efectivamente el uso de nuevas tecnologías y programas de nutrición de cultivos, lo cual ha dado lugar a mayores rendimientos promedio. 

Para explicar la diferencia entre el fertilizante y la nutrición de los cultivos, João habla de lo que él llama el “hambre oculta” en las plantas de café. 

“’El hambre oculta’ es la situación en la cual un cultivo de café no [alcanza una productividad óptima] a pesar de recibir buenas dosis de fertilizantes NPK (una combinación de nitrógeno, fósforo y potasio). [Esto se debe a que la falta de] micronutrientes o macronutrientes equilibrados le impide explorar su potencial de producción, sin siquiera mostrar deficiencias de nutrientes en las hojas”. 

“La nutrición no es solo añadir más fertilizante. En cambio, es crear un plan de nutrientes equilibrado consultando un informe de análisis del suelo, la historia de la zona y su producción potencial”, dice. “Puedo fertilizar mi planta seis veces al año. Pero si no he estado agregando el fertilizante correcto, si no he estado mirando el balance de nutrientes [en el suelo y la planta], podría estar desperdiciando dinero”.

João me dice que Yara ofrece herramientas y asistencia a los productores de café para ayudarles a entender las necesidades de sus cultivos. Él me explica que a través de varios agrónomos de Yara y sus distribuidores, la empresa puede elaborar programas y soluciones de nutrición de cultivos personalizados para satisfacer las necesidades individuales específicas de los productores y mejorar el rendimiento y la rentabilidad.

Para empezar, João recomienda enfáticamente que se realice un análisis de suelo y de las hojas para determinar de cuáles insumos se beneficiará un cultivo. Sin embargo, él añade que los productores podrían no tener acceso a este tipo de tecnología. Aquí es donde Yara puede ayudar, ya que tienen agentes y oficinas en más de 160 países de todo el mundo. 

Él me dice que, en conjunto, las soluciones de Yara pueden mejorar el rendimiento y la rentabilidad para los caficultores. Esto, dice, ayuda a abordar muchos factores limitantes en las regiones productoras; también sigue siendo un punto clave del análisis a largo plazo de Yara en colaboración con los principales laboratorios y centros de investigación de café en todo el mundo.

Mejorar los niveles de productividad en una finca de café no es fácil. Sin embargo, al seguir las mejores prácticas a nivel de finca, los productores pueden aumentar su productividad.

Esto incluye una buena investigación, una genética apropiada, la densidad y la poda de los cafetos, una gestión sólida de las plantas y, sobre todo, un programa equilibrado de nutrición de cultivos. De esta manera, los caficultores podrán aumentar el rendimiento, lo cual se traducirá en un menor costo por saco y, como resultado, una mayor rentabilidad en su finca de café.

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Crédito de las fotos: Yara, Wikimedia Commons.

Todas las citas fueron traducidas del portugués.

Ten en cuenta: Yara es patrocinador de Perfect Daily Grind

Traducido por Tati Calderón. Traducción editada por María José Parra.

PDG Español

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