16 de julio de 2022

Explorando la cultura del café en Irán

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El café tiene una larga historia en Irán: su popularidad en el país data del siglo XVI; sin embargo, así como ha cambiado el paisaje cultural y político de la nación en los últimos siglos, lo ha hecho su cultura del café. Por eso, la industria cafetera iraní presenta una mezcla única de tradición y modernidad a la hora de preparar y consumir café.

En la última década, los cafés de especialidad se han hecho cada vez más populares. El número de tiendas que se abren en las grandes ciudades va en aumento, sobre todo, en la capital, Teherán. 

Para profundizar en el característico sector cafetero del país, conversé con tres profesionales iraníes. Sigue leyendo para saber más sobre la historia del café en Irán y hacia dónde podría dirigirse la escena de la especialidad.

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Café listo para consumir

Breve historia del café en Irán

Según la Encyclopaedia Iranica, se desconoce exactamente cuándo llegó el café al país. Los historiadores creen que lo más probable es que lo trajeran los peregrinos y comerciantes que regresaban al país en el siglo XVI. En aquel momento, Irán era conocido como Persia.

En otros países de Oriente Próximo y África, en la misma época, los seguidores del sufismo (una práctica religiosa dentro del Islam) solían utilizar el café para mantenerse despiertos durante la oración nocturna. 

Cuando el café llegó a Persia, su consumo se reservaba principalmente para fines medicinales. Destacados médicos de la época afirmaban que beber café podría eliminar los dolores de cabeza y reducir la presión arterial.

Con el tiempo, el café se hizo más popular como bebida de consumo doméstico, al igual que en las cafeterías del país (ghahveh khaneh en persa o farsi).

Ali Heidary es Q-Grader y director ejecutivo de Akam Coffee Company en Shīrāz, Fars, Irán. Él dice que, “históricamente, el café solía ser una bebida popular en las reuniones de las clases sociales altas”. 

“Después de algún tiempo, ganó popularidad, también, entre el resto de la población”, afirma. 

Tradicionalmente, el café se preparaba en pequeñas ollas de cobre con asas largas (similares al cezve o al ibrik) y se servía en pequeñas tazas de porcelana. Este método de preparación da lugar a un café muy concentrado, por lo que se servía con algo dulce para equilibrar el amargor.

“La gente se reunía en los cafés y discutía asuntos políticos, sociales y de negocios”, explica Ali. “Los iraníes son famosos por su hospitalidad, así que suelen preferir ser sociables mientras toman café”; sin embargo, hacia finales del siglo XIX el té se hizo más popular en el país. “Durante muchos años, en los cafés de Irán se pasó a beber té”, dice. 

Esto se atribuye, principalmente, a la influencia rusa y china en el país en ese momento, teniendo en cuenta que Rusia y China son dos de los mayores consumidores de té del mundo. Además, por la misma época, Irán comenzó a cultivar su propio té, por lo que fue mucho más accesible para el consumo doméstico. 

El té sigue siendo popular en Irán hasta el día de hoy. De hecho, el consumo de té per cápita alcanzó casi los 3 kg en 2013. Por eso, “solo desde la última década, el café ha vuelto a ganar popularidad”, cuenta Ali. 

Consumidores de café en Irán

Cambio en la cultura de las cafeterías

Las primeras cafeterías de Irán aparecieron durante la dinastía safávida, una de las dinastías gobernantes más importantes de Irán y que duró desde 1501 hasta 1736.

En aquella época, las cafeterías eran lugares de reunión animados y sociables, a menudo incluían lecturas de poesía, sermones religiosos y debates intelectuales. 

En la actualidad, las cafeterías desempeñan un papel social similar en la sociedad iraní; no obstante, la cultura moderna de los cafés ha atraído a las generaciones más jóvenes a socializar en las cafeterías.

Fariba es una capacitadora de baristas independiente ubicada en Teherán. Ella dice: “actualmente, dado que no se permite en Irán servir alcohol en bares y clubes, las cafeterías se han convertido en el lugar de encuentro favorito de las generaciones más jóvenes”.

Desde la instauración de la República Islámica, en 1979, los ciudadanos musulmanes iraníes tienen prohibido por ley el consumo de alcohol. Por eso, las cafeterías son un importante pilar social para muchos de los ciudadanos del país.

Hay muchas cafeterías en todo el país, especialmente en la capital iraní. El Financial Tribune informó en 2017 que había unas 250 cafeterías con licencia en Teherán. Sin duda, este número ha crecido a medida que el café de especialidad se ha hecho más popular.

Ali señala que el COVID-19 tuvo algunos efectos negativos en el aspecto social de las cafeterías de Irán. “Durante la pandemia, casi todas las tiendas de café tuvieron que ofrecer únicamente servicios para llevar”, afirma.

Aunque ese no es el único contratiempo al que se ha enfrentado el sector cafetero del país en los últimos años. El gobierno iraní ha cerrado a la fuerza muchos cafés, especialmente cibercafés. Se han citado varias razones para ello, desde la falta de control y vigilancia sobre el acceso a internet, hasta las acusaciones de que las mujeres no respetan el código de vestimenta islámico. 

Hasta ahora, afortunadamente, los cierres han sido momentáneos, permitiendo que la cultura del café prospere y se diversifique.

Mejorar la inclusión

Una de las formas en que la cultura cafetera iraní está cambiando es haciéndose más inclusiva.

Hossein Mirmohamadi es investigador y formador en la Buno Academy de Mashad. Él cuenta cómo la legislación laboral iraní solía excluir a las mujeres de la industria del café. “Las mujeres tenían prohibido trabajar en las tiendas de café hasta hace poco”, dice. 

En 2014, el jefe de la policía de Teherán anunció que las mujeres no podían trabajar ni visitar tiendas de café debido a las normas de segregación de género de la ley islámica.

A pesar de eso, recientemente, se han producido avances en la consecución de la igualdad de género, como cuenta Ali. “Hoy, más mujeres participan activamente como baristas, tostadoras y competidoras en la industria del café”.

Shylee Mosali y Mahsa Niyayesh son dos profesionales iraníes del café que han contribuido a impulsar una mayor representación femenina. Shylee se convirtió en la primera mujer tostadora del país, mientras que Mahsa fundó la Asociación de Mujeres Cafeteras de Irán, la primera de este tipo en el país.

Arte latte en Irán

Nuevas tendencias de consumo en Irán

Fariba explica cómo está prosperando el mercado de cafés de especialidad en Irán. “Antes había varios cursos de la SCA, incluidos los de Instructor Autorizado de SCA (AST), y varios eventos y concursos de café”, dice. 

Como consecuencia de las restricciones internacionales impuestas a Irán, los cursos de café del país están, ahora, en manos de organismos cafeteros regionales o nacionales y la SCA ya no está presente en el país; sin embargo, la creciente atención a la educación sobre el café ha tenido un impacto positivo en los consumidores al permitirles tomar decisiones de compra más informadas.

“El consumo de bebidas a base de espresso sigue siendo mayor que el de otras bebidas”, explica Ali. “Aunque podemos ver que las preferencias de café de las personas están cambiando con el tiempo”. 

“Por ejemplo, el interés y el consumo de cafés de origen único están aumentando drásticamente en Irán”.

Fariba está de acuerdo en que los gustos de los consumidores están empezando a cambiar. “La mayoría de los consumidores de café prefieren el espresso y las bebidas con leche, como el latte y el cappuccino pero hay una creciente demanda de café de origen único, a menudo por parte de los entusiastas del café”, afirma. 

El aumento en los conocimientos de los consumidores ha llevado a algunos a consumir más café en casa y a invertir en mejores equipos de preparación.

“La mayor disponibilidad de dispositivos de mejor calidad para la preparación de café también ha permitido que los consumidores preparen cafés de origen único en casa”, dice Ali. 

Hossein señala que, aunque la prensa francesa es el método de preparación casero más popular en Irán, los vertidos van en segundo lugar, lo que indica un creciente cambio hacia el café de especialidad.

Preparación de espresso

El futuro del café de especialidad en Irán 

Aunque el sector de los cafés de especialidad está creciendo rápidamente en Irán, Hossein es escéptico sobre si el crecimiento continuará a un ritmo constante.

“En los últimos diez años, la aparición de más tostadores nacionales y la aplicación de leyes de comercio justo en Irán han contribuido a establecer la industria de cafés especiales del país”, afirma; “no obstante, dado el incremento mundial de los precios del café y la recesión económica en Irán, no veo un futuro muy prometedor para los cafés especiales, a menos que el gobierno aborde las presiones económicas y las sanciones”.

En 2018, la administración del expresidente estadounidense Donald Trump impuso sanciones a las industrias energética, naviera y financiera de Irán. Esto provocó la caída del producto interno bruto (PIB) de Irán, al igual que el aumento de las tasas de desempleo y la pérdida de la mitad del valor del rial iraní frente al dólar estadounidense.

Fariba cree que estas sanciones frenarán la industria cafetera del país durante algún tiempo. “Estas sanciones dificultan el crecimiento de la industria cafetera iraní”, afirma. “Simplemente no podrá seguir el ritmo de los crecientes mercados del [café de] especialidad de otros países”.

A pesar de eso, ella resalta que la comunidad cafetera internacional está prestando apoyo a los profesionales del café en Irán.

“Afortunadamente, se han formado buenas conexiones entre los entusiastas y los profesionales del café, tanto dentro como fuera de Irán”, afirma. “Esto nos llevará a un mayor crecimiento y nos ayudará a compartir conocimientos”.

Fariba añade: “esperemos que este apoyo también conduzca a más revisiones y actualizaciones de los cursos de la SCA en Irán, así como a asegurar el derecho a participar en eventos y competencias internacionales de café, que actualmente son imposibles a causa de las sanciones”.

Ali cree que el crecimiento y el éxito de la industria del café de especialidad iraní se atribuirán a su participación en los principales eventos y concursos de café.

“Después de que los profesionales del café iraníes se inscribieran en los cursos de la SCA, aumentó el número de personas interesadas en los cafés especiales”, dice. “En Irán se celebraron campeonatos de café en los que participaron jueces de la SCA, lo que permitió a los competidores locales tener la oportunidad de participar en campeonatos internacionales de café”.

“En los próximos años, seremos testigos de una nueva generación de baristas que se dedicará a impulsar más la innovación en la industria cafetera de Irán”.

Café tradicional iraní

Aunque el sector cafetero iraní tiene por delante una serie de retos singulares y difíciles, la cultura del café del país sigue atrayendo a las personas, tanto a escala nacional como internacional. 

Si las condiciones económicas mejoran, su industria cafetera está preparada para mostrar la creciente pasión del país por el café, a un nivel aún mayor.

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Crédito de las fotos: Dominic Vittitow

Traducido por Tati Calderón. Traducción editada por Alejandra Soto.

PDG Español

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